PONYO EN EL ACANTILADO
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PONYO EN EL ACANTILADO
por Chica Cotilla Sáb 24 Abr - 18:50
PONYO EN EL ACANTILADO
Sousuke, un niño de cinco años, se encuentra, cuando juega en la playa, una pececita de colores, a la que después llama Ponyo, con la cabeza atascada en un tarro de mermelada. Sosuke la rescata y le dice: "No te preocupes, yo te protegeré y cuidaré de ti". Sin embargo, el padre de Ponyo, un hechicero que vive en lo más profundo del océano, la obliga a regresar con él a las profundidades del mar. "¡Quiero ser humana!", exclama Ponyo y, decidida a convertirse en una niña y regresar con Sosuke, escapa. Pero no va a ser fácil reunirse con Sosuke.
Fuente: Wikipedia
Chica Cotilla- Mensajes : 242
Fecha de inscripción : 11/04/2010
Re: PONYO EN EL ACANTILADO
por Chica Cotilla Sáb 24 Abr - 19:30
Preciosa película la mires como la mires y lo compares con lo que lo compares. Nivel de detalles muy conseguidos y sin usar tecnología digital, efectos del agua increíbles y originales (¿agua con vida propia, dotada con ojos e insistentes como un perro husmeador?) y un fondo marino que dan ganas de tocar e incluso de explorar mucho más concienzudamente... Un maravilloso vergel de luces, corales y algas, adornado por una amalgama de fauna marina bella y colorista.
El entorno de los exteriores no es menos bello. Un lugar costero que te transmite la salinidad del aire y el sonido de las gaviotas. Una casita en la parte más alta de un acantilado y una carretera sinuosa que pondría en jaque al conductor más valiente.
cada personaje está mimado por su creador y se nota. El protagonista, Sosuke, es un niño bondadoso, noble y bueno que hace lo imposible por ayudar a Ponyo y que, pese a su corta edad, es el pilar fundamental de una madre fuerte en apariencia y vulnerable en su interior. Hablando de la madre. Pese a que pueda parecer en un principio, esta figura tiene una relevancia muy especial. Apoya desde el principio a su hijo, consiente que Ponyo forme parte de sus vidas sin plantearse en ningún momento lo raro de su condición como animal fantástico.
Externamente parece resuelta, decidida y fuerte, pero en seguida vemos que lo es sólo en apariencia y cómo, transcurriendo el film, ella aprende de su hijo a ser verdaderamente fuerte y no dejarse abatir por la adversidad (y más cuando toda tu adversidad consiste en que tu marido está faenando en el mar enfrente de tu propio hogar y que no os véis todo lo que quisiérais por este trabajo ingrato); pese a que en primera instancia parece que la película nos muestra a una madre sufridora y resignada, hay que prestar atención para darnos cuenta de que es un pequeño tirón de orejas a todos aquellos padres que asumen que sus preocupaciones son mucho más importantes que las de sus hijos por el mero hecho de ser adultos. La trivialidad no es cuestión de edad, sino de perspectiva.
Mención especial a ese momento código morse entre Sosuke y su padre, mientras uno está en la casa y el otro en el barco, comunicándolse con lámparas y hablando con evidente complicidad sobre su madre... Uno en tono conciliador y otro desde el profundo amor que le profesa a su esposa...
Bueno, la historia es muy bonita. No especialmente profunda, pero sí entretenida. Más por el devenir de los acontecimientos tan extraños e interesantes (¿¿¿todo inundado??? ¿¿¿Ponyo cabalgando sobre unas olas con ojos???); al menos ése es otro punto a su favor: sorprende y mucho. Es una delicia para la vista pero también para la imaginación, que gusta de vez en cuando de ver genialidades como éstas, sin necesidad de tramas intrincadas ni golpes de guión retorcidos.
De por sí la historia cautiva. Los personajes cautivan. Los escenarios cautivan... El propio villano, en vez de levantar una animadversión en el espectador, provoca ternura y complicidad... realmente es una película en la que no hay malos como tales, sino posturas encontradas e irremediablemente incompatibles. Todo ello sin caer en el empalago ni la ñoñería, como ha de ser en una buena película de niños pequeños y para niños no tan pequeños.
El entorno de los exteriores no es menos bello. Un lugar costero que te transmite la salinidad del aire y el sonido de las gaviotas. Una casita en la parte más alta de un acantilado y una carretera sinuosa que pondría en jaque al conductor más valiente.
cada personaje está mimado por su creador y se nota. El protagonista, Sosuke, es un niño bondadoso, noble y bueno que hace lo imposible por ayudar a Ponyo y que, pese a su corta edad, es el pilar fundamental de una madre fuerte en apariencia y vulnerable en su interior. Hablando de la madre. Pese a que pueda parecer en un principio, esta figura tiene una relevancia muy especial. Apoya desde el principio a su hijo, consiente que Ponyo forme parte de sus vidas sin plantearse en ningún momento lo raro de su condición como animal fantástico.
Externamente parece resuelta, decidida y fuerte, pero en seguida vemos que lo es sólo en apariencia y cómo, transcurriendo el film, ella aprende de su hijo a ser verdaderamente fuerte y no dejarse abatir por la adversidad (y más cuando toda tu adversidad consiste en que tu marido está faenando en el mar enfrente de tu propio hogar y que no os véis todo lo que quisiérais por este trabajo ingrato); pese a que en primera instancia parece que la película nos muestra a una madre sufridora y resignada, hay que prestar atención para darnos cuenta de que es un pequeño tirón de orejas a todos aquellos padres que asumen que sus preocupaciones son mucho más importantes que las de sus hijos por el mero hecho de ser adultos. La trivialidad no es cuestión de edad, sino de perspectiva.
Mención especial a ese momento código morse entre Sosuke y su padre, mientras uno está en la casa y el otro en el barco, comunicándolse con lámparas y hablando con evidente complicidad sobre su madre... Uno en tono conciliador y otro desde el profundo amor que le profesa a su esposa...
Bueno, la historia es muy bonita. No especialmente profunda, pero sí entretenida. Más por el devenir de los acontecimientos tan extraños e interesantes (¿¿¿todo inundado??? ¿¿¿Ponyo cabalgando sobre unas olas con ojos???); al menos ése es otro punto a su favor: sorprende y mucho. Es una delicia para la vista pero también para la imaginación, que gusta de vez en cuando de ver genialidades como éstas, sin necesidad de tramas intrincadas ni golpes de guión retorcidos.
De por sí la historia cautiva. Los personajes cautivan. Los escenarios cautivan... El propio villano, en vez de levantar una animadversión en el espectador, provoca ternura y complicidad... realmente es una película en la que no hay malos como tales, sino posturas encontradas e irremediablemente incompatibles. Todo ello sin caer en el empalago ni la ñoñería, como ha de ser en una buena película de niños pequeños y para niños no tan pequeños.
Chica Cotilla- Mensajes : 242
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