DE VIAJES Y DE SUEÑOS.

A veces te sumerges en el océano de unos ojos que prometen tormenta, inspiras y llevas tu barca a una orilla segura.
Puedes navegarlos, aunque la travesía sea peligrosa, quieres hacerlo y mandas señales con tus banderas al viento.
Después bajas los brazos, esperando.
Sabes que esos viajes suelen ser únicos y que las olas no se repiten.
Inspiras y te quedas quieta.
A veces la vida te enseña que no siempre tus viajes pueden realizarse, que no depende el destino de ti, o de esa boca que habla intentando llenar huecos para no besarte, o comerte.
Miras el mar que no se deja encontrar…
Y piensas en ese deseo, ese ansía que se queda al borde de tus labios…
Otra vez quizás… cuando la marea baje, y nos pille con la valentía en alza.
O nunca, que los sueños también mueren cuando no se dejan atrapar.